
La obra, que narra algunos elementos de la vida del 'roto chileno', comienza en una chingana del barrio la chimba el año 1833, donde se divierten al son de la cueca los rotos. Esta algarabía es interrumpida abruptamente con la llegada del ejército, pues vienen a reclutar a gente para la guerra. Al mando del operativo está el sargento Manríquez, un roto recientemente ascendido por el mismísimo Diego Portales.
En medio de esta pesquisa Manríquez conoce a Pedrito, un niño de apenas diez años que busca desesperadamente a su padre, también capturado por el ejército. A pesar del carácter déspota de nuestro sargento, el niño empujado por su porfía y su inquebrantable espíritu aventurero será quien lo acompañará en todas la hazañas que van surgiendo a la hora de enfrentar las desdichas de la guerra.